Evolución del deporte femenino a lo largo de la historia

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Lamentablemente hablar del pasado es hablar de un rol femenino suprimido a la fuerza, los hombres que tenían la autoridad se encargaban de que ellas no tuvieran ningún tipo de oportunidad de participación política, social o deportiva. Básicamente lo que querían era que su tarea quedará confinada única y exclusivamente a tener hijos y servir a sus maridos.

Esa era una idea desgraciadamente muy arraigada en lo profundo de la mayoría de la población. Conforme fueron pasando los años muchas mujeres comenzaron a elevar su voz para cambiar el sistema.

El comienzo por hacernos nuestro lugar

Con el surgimiento del deporte profesional las cosas no cambiaron mucho, pero muchas mujeres comenzaron a sentir pasión por muchas de las disciplinas que se jugaban alrededor del mundo y en un acto de valentía y de irreverencia aprendieron a desenvolverse de la misma manera que lo hacían los hombres. Había deportes en los que existían más oportunidades como el tenis y el golf.

Justamente en estas últimas dos actividades fueron en las que la mujer participó por primera vez en unos juegos olímpicos, para ser más exactos los que tuvieron lugar en París en el año 1900. No fue mucho, de hecho la cantidad de atletas femeninas fue exageradamente baja en comparación con los hombres, pero fue un primer paso: la primera manifestación visible de la lucha por hacerse un lugar en las competiciones oficiales.

 Heroínas sin capa

La batalla era de todas pero había algunas que con su esfuerzo consiguieron forzar a muchos a cambiar su manera de pensar. Alice Milliat fue una de las más importantes, a pesar de destacar en deporte de remo fue más recordada por lo que hizo fuera del agua. En 1921 decidió fundar la Federación Internacional del Deporte Femenino. Debido a la falta de participación en los Juegos Olímpicos y al carente apoyo también decidió organizar los Juegos Mundiales Femeninos, que se llevaron a cabo de manera formal por primera vez un año después.

En 1928 durante las Olimpiadas de Ámsterdam por primera vez se incluyó al atletismo en la rama femenina y las deportistas en general llegaron a un 10% de participación. Finalmente con el paso de los años se normaliza el hecho de que no solamente los hombres fueran los protagonistas de grandes hazañas cada cuatro años.

Fútbol para todas

Durante los inicios de este fenómeno (el fútbol) algunas jugadoras comenzaron a jugar partidos no oficiales. Poco después se funda el British Ladies Football Club (el primer club femenino de fútbol) que realmente tenía un trasfondo social de lucha por más participación política. A pesar de todos estos pequeños avances, a principios de siglo en Inglaterra la federación de dicho país prohibió aquel deporte para las mujeres e inclusive se llegó a negar a los equipos la posibilidad de prestar sus estadios para encuentros femeninos.

La lucha duró décadas, inclusive luego de que en la Primera Guerra Mundial se haya normalizado un poco más todo esto, se prohibió de nuevo unos años después. Aunque parezca mentira la FIFA no permitía que mujeres jugaran en sus campos, cosa que duró hasta 1971.

Finalmente en la década de los 70 comenzaron a jugarse encuentros oficiales y un par de décadas después se jugó el primer mundial para mujeres. Actualmente la lucha por la igualdad sigue, pero todo parece indicar que a pesar de las brechas se pueden lograr grandes cambios.